Por:ROBENEY.
Antes que pintor,
fuiste poeta. Y antes de todo
un bohemio,
tuviste entre manos
los vivos destellos del arcos iris,
En el crepúsculo andino,
En el amanecer costeño.
viste el beso palpitante del sol
sobre la escultura cárnica de las dunas enamoradas .
Visionario de hazañas para un futuro cósmico,
desde que te empinabas poniendo los platos en mesa,
desde aquellos tiempos tuviste músculos de acero,
y agarraste el pico y la lampa
para cincelar las rocas de Huaytará.
El caballero paranquense llegó a la Argentina,
tomó para suya a Zulema, su delirio.
luego viajó a Europa,
Aquí llora, canta, dibuja, tiene hambre.
Amador empedernido de las mujeres bellas
reta a duelo a un árabe y le rasga la cara.
Vuelve a la tierra materna y otra vez toma el pincel
para la pintura expresionista y la mística,
De colores vivos, más su propia sangre.
exclama ebrio de arte y bohemia:
¡Salud, cholo grande, SEÑOR DE LUREN,
no permitas que nunca se acabe
el néctar de los dioses
las lágrimas de las uvas.
Yo, todo un caballero paraquense,
brindo contigo, con un huaracaso.-
¡SALUD! 21, 07.05.-

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